Qué alegría cuándo me dijeron, que el mundo había fulminado a Salvador Sostres. Pero resulta que no, que lo único que ha pasado es que un diario mierdoso ha despedido a este imbécil.
Pero menos mal que estaban nuestros oyentas para salvarnos de semejante hez llamándonos, como hizo nuestro querido Señor Prosper, que nos llamó para contarnos las bondades del comercio y el bebercio por su barrio en fiestas. Impagable, queridos.
Y por si fuera poco, en medio de la vorágine, senos aparecen el Señor Ricky para leernos un poema de su cosecha: Heavy Metal, algo que nos llenó de orgullo y satisfacción. Y de Épica. Agradecimiento sumo le profesamos a este nuestro oyente…
Reconstruyéndose el himen como Esperanza Aguirre tuvimos a God Bows To Math, Nionde Plågan, Politess, Hey Ruin y Da Monstra.