Illbient.
Otro de esos extraños términos con los que nos topamos en la música electrónica, de los que parecen expresamente inventados para complicar el acercamiento de un neófito (surgió, de hecho, a partir de una broma), pero que esconde una de las historias musicales más interesantes de este mundillo en la década de los 90. Un movimiento que tuvo su germen y mayor actividad en los barrios de Williamsburg (Brooklyn) y el East Village de Nueva York, a partir de colectivos de artistas visuales y DJ’s y fiestas en locales y naves rescatadas del abandono urbano/industrial.
De ahí, probablemente, su carácter intrínsecamente oscuro e inquietante. Una música que parece absorver la tensión y la polución de los bajos fondos de la ciudad para escupirla en forma de hermosas fantasías rítmicas, nutridas por múltiples conexiones entre hip hop, dub jamaicano, tecnología, experimentación electrónica europea y ciencia ficción.
Buen viaje.